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Desafíos para la reintegración

• Se debe tener en cuenta  la reconstrucción de la ciudadanía y darle más fuerza a la reintegración política de las mujeres.

 

• La oferta de educación y capacitación para las mujeres debe ser mayor, en la medida en que esta debe ser lo suficientemente amplia para que no promueva el patriarcado y en ese sentido los roles tradicionales del hombre y la mujer.

 

• Formular  estrategias para prevenir  la violencia doméstica. En cuanto a eso, se debe tener en cuenta la educación para hombres y mujeres sobre derechos sexuales,  derechos reproductivos y enfermedades de transmisión sexual, en los programas de reintegración.

 

• “La palabra reinserción no debería usarse, porque las personas no se han salido de la sociedad, de hecho, muchas de las excombatientes lo que hicieron durante su periodo de militancia fue trabajar por la misma sociedad”, Colectivo de Mujeres Excombatientes.

• Mediante la motivación,  generar un sentido a la vida de las desmovilizadas que las ayude a ser autónomas, no mujeres que siguen dependiendo del hombre.  En este punto, es importante hablar sobre el empoderamiento de la mujer, es decir, tener las riendas de su propia vida y contar con la preparación académica para una profesión real, en los que se deje a un lado los procesos de patriarcado.

 

• El proceso de desmovilización no solo debe acompañarlo el Estado, sino también la  sociedad. 

 

• Acompañamiento psicosocial para hombres y mujeres.

 

Haga clic, en cualquiera de las opociones de la siguiente gráfica (AUC, FARC, ELN u otros) para conocer el número de desmovilizados y desmovilizadas.

*Cifras del número de desmovilizados, tomado de www.eltiempo.com

María Victoria Llorente

Directora Fundación Ideas para la Paz (FIP)

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